Necesitarás:
- 2 Vasos de cristal transparente
- Agua.
- Sal común.
- Cordel.
- Lápiz.
- Colorante alimentario (opcional).
- Cuchara.
1 Calienta agua en el
microondas. Solo necesitarás un poco de agua; un vaso (200 ml)
servirá. Caliéntala hasta que empiecen a formarse burbujas.
2 Escoge
la sal. En este caso vamos a usar sal común (halita).
3 Incorpora
la mayor cantidad de sal que puedas en el vaso. echa
aproximadamente ¼ taza de sal en el agua, mezclándolo todo muy bien, hasta que
la sal se disuelva por completo. Si el agua está completamente transparente y
no ves granos de sal por ningún lado, entonces incorpora otra cucharada más de
sal. Sigue haciendo esto hasta que no puedas disolver más sal en el agua.
Acabas de crear una solución sobresaturada.
4 Echa
el agua en otro vaso limpio. Resistente al calor
que sea transparente. Dicho recipiente debe estar limpio y no pueden caer
granos de sal en él.
5 Agrega
colorante alimentario (opcional). Un par de gotas para
cambiar el color de tus cristales.
6 Ata
un trozo de cordel a un lápiz.
7 Corta
el cordel hasta tener un trozo del tamaño adecuado para que cuelgue dentro del
frasco con agua. Sin tocar paredes ni fondo.
8 Apoya
el lápiz en el frasco de vidrio.
9 Coloca
el frasco en un lugar seguro. No se
debe tocar ni mover. Debe estar
destapado.
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